MONICA MENA
DIANA. 2023.
La guerra representa la máxima degradación de la dignidad humana; el orden natural del mundo es la violencia y nuestro principal deber es construir cultura de solidaridad hacía las víctimas.
Actualmente, más de 82 millones de personas en el mundo viven lejos de su hogar a causa de las guerras o conflictos graves. Entre ellas hay 26 millones de refugiados, más de la mitad son menores de edad.
En Ucrania, el ritmo de destrucción de vidas es vertiginoso, las familias se separan, unos se quedan a defender el territorio y otros sólo pueden llevarse consigo una maleta si quieren huir de la zona de conflicto.
La autora de este proyecto ha podido conocer una de las muchas casas de acogida de familias españolas que ayudan desinteresadamente a estas personas.
En Zaporiyia, tras semanas refugiándose en el sótano de un colegio cercano, Valentyna, su hija Anna y su nieta Diana decidieron abandonar su hogar por temor a los efectos de una posible destrucción de la central nuclear de la ciudad.
Valentyna recuerda las historias que su padre contaba sobre la 2ª Guerra Mundial; ella fue quién tomó la decisión de proteger a su hija y a su nieta.
"La memoria de lo que no debe ser olvidado, el deber de memoria por la intención de contar. Dar voz lo humaniza consiguiendo una estrecha relación entre memoria y derechos humanos. Si recuerdo lo que recuerdo es porque otros me han dicho porque he leído lo que leído y porque me han enseñado lo que me han enseñado y porque he visto lo que he visto".
Miguel Vázquez Liñán
La fotografía permite recoger y guardar el pasado constituyendo un archivo de recuerdos, fundamento de nuestra identidad.
La historia de Ucrania es una lucha por el futuro que continuará a través de generaciones de resiliencia.